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Los exámenes tradicionales y la LOMLOE.

A estas alturas de curso, todos nos habremos adaptado ya a la entrada en vigor de la LOMLOE y a los cambios, muy significativos en algunos casos, necesarios para cumplir con los nuevos requisitos, al menos en los cursos impares de la enseñanza obligatoria.


Hemos aprendido a diseñar situaciones de aprendizaje para enfocar los contenidos de una manera más competencial, hemos planificado la distribución de las competencias específicas y de los diferentes criterios de evaluación a lo largo de cada curso, y los hemos ido utilizando tal como señala la Ley: calificándolos a medida que conseguimos sus evidencias de aprendizaje.


Inevitablemente, en nuestra rutina diaria nos ha llegado el momento “clásico” del examen tradicional, al finalizar cada unidad o ahora una situación de aprendizaje, por lo que nos ha tocado decidir qué hacer con el examen de siempre, en el que se ha basado buena parte de la evaluación durante muchos años.


El primer intento, el más sencillo y relativamente lógico, se habrá basado en repetir la estructura del examen que venimos aplicando en otros años (y que mantenemos en los cursos pares), de modo que habremos procedido a prepararlo de la manera tradicional, a calificarlo como siempre, para luego darnos cuenta de que no es tarea sencilla "traducirlo" para valorar los diferentes criterios de evaluación, y además calificando el máximo número posible de ellos. Habremos visto que la mayor parte de nuestro examen encaja tan solo en uno o dos criterios, los de contenido puro, cuando debemos evaluar muchos otros que no hemos reflejado en este examen, sin contar con la agotadora labor adicional de tener que cuantificar cada uno de los criterios por separado. Si ahora no es relevante la nota del examen en conjunto, debemos modificar la manera de calificarlo.


Con la LOMLOE, la calificación global de una situación de aprendizaje no viene definida por el resultado de ningún examen, ni podemos usar directamente la calificación conjunta de dicha prueba objetiva, sino que vendrá determinada por la media ponderada de las calificaciones de los diferentes criterios de evaluación calificados, con una importancia definida por el peso (porcentaje) que le hayamos asignado a cada uno de los criterios en nuestro diseño de la asignatura, así que habremos tenido que reflexionar bastante sobre el tema.


La primera pregunta es clara: ¿Prohíbe la LOMLOE los exámenes? Rotundamente NO, no están prohibidos, aunque deberemos modificar su estructura si queremos que sean realmente significativos y no una mera nota que debamos desmontar haciendo malabares.


La segunda pregunta que planteo es: ¿Debemos hacer exámenes tradicionales? Considero que SÍ, por lo menos durante los próximos años, pues ni los docentes, ni los alumnos, ni las familias, ni el propio sistema están familiarizados con el nuevo modelo de trabajo, y considero muy conveniente que los cambios se hagan de manera pausada, planteando las necesarias evoluciones, que son muchas, pero nunca revoluciones en Educación, no funcionan, así que os presento mi propuesta de modelo de examen adaptado a la LOMLOE y en formato multinivel.


En esta prueba, veréis que cada pregunta se corresponde e identifica con uno de los criterios de evaluación a valorar (tened en cuenta que, si se incluyen dos o más criterios en una sola pregunta, habrá que valorarlos por separado, y quizá no tengan la misma importancia en la pregunta, lo que dificultará su interpretación y dará más trabajo puramente burocrático, sin sentido).


La prueba contiene 13 preguntas, corresponde a Matemáticas de tercero de ESO, sobre la primera situación de aprendizaje, aplicada en formato digital mediante un pdf en los Chromebook de mis alumnos (así reducimos el gasto en papel, se aumenta la visibilidad de las preguntas, añadimos amables espacios y facilitamos el acceso a la información), aunque los alumnos debes realizar todo el desarrollo en papel.

Con esta prueba modelo, he buscado la presencia del máximo número posible de criterios de evaluación, consiguiendo valorar hasta un 57% del total solo con este examen (una barbaridad, además de tenerlos ya calificados en otros momentos mediante tareas ordinarias de clase, de modo que complemento su valoración con una nota más, que tendrá un peso final del 40%).









Espero que os aporte ideas para adaptarlo a vuestras circunstancias, asignaturas e intereses.


Guillermo Lladó

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